viernes, 6 de diciembre de 2013

A propósito de ronderos

El otro día vi en una noticia como les habían dado una paliza a unos compañeros médicos serumistas en una población en la sierra al norte del Perú.
En una publicación anterior expliqué lo que era el SERUMS (servicio rural urbano marginal de salud) y de lo grato que fue para mi ese periodo, les conté como había atendido un parto y en otra oportunidad mi experiencia en un levantamiento de cadáver en una de esas poblaciones, pero jamás fui agredido, al contrario me llevaba muy bien con la población.
Los compañeros que fueron agredidos estaban en una discoteca divirtiéndose y eran aproximadamente las once de la noche cuando un grupo de ronderos sacaron de dicho local a mis colegas y a empujones, puñetes y latigazos los llevaron hasta la Plaza de Armas de aquella localidad y les dijeron que no querían escándalos en ese sitio, a pesar de haber policía en dicha zona y que algunos ronderos se oponían al maltrato de los médicos entre ellos mujeres, no les importó e igual los "castigaron".
Para quienes no lo sepan, el nombre de rondero viene derivado de lo que se llamaban rondas campesinas, que se crearon en los años setenta como un sistema de vigilancia ciudadana, luego en los ochentas los ronderos fueron útiles en la lucha anti subversiva, aunque algunos degeneraron al otro bando, en fin, incluso hay una ley que los regula; ahora como en toda organización hay gente buena y gente mala, y por lo visto pues esa gente pasó los limites con mis colegas.
En mi caso los ronderos fueron muy amables, éramos hasta amigos, y es que yo quería integrarme a esa comunidad que también sería la mía durante un largo año, pero la labor sería dura, yo era el "intruso", era el médico que venía de la costa a la sierra, de la capital Lima a una provincia olvidada por las autoridades, que tenía yo en común con esa gente, éramos tan extraños como se veía en el papel, realmente podría integrarme, me preguntaba.
Pues al llegar vi algo que me integraría rápidamente a la población, vi un campo de fútbol, luego vi un colegio, un local comunal y una iglesia, pues si infaltable.
La primera ida a mi centro de salud fue por quince días, ahí pude conocer a las autoridades, el alcalde, el teniente alcalde, los ronderos, los profesores, el cura que venía de vez en cuando a recibir "ofrendas", y por supuesto el equipo de salud, todos formábamos las autoridades del pueblo, al presentarme pues no di muchos detalles de mi, pero si que me gustaba el fútbol y enseñar, cosa que es muy cierta, y que me gustaría que me tomen en cuenta por si jugaban fútbol o si necesitaban alguna charla en el colegio.
El primer fin de semana me llamaron para jugar fútbol, por suerte no lo hice mal y me dijeron para formar el equipo del pueblo, les gustó mucho mi integración a la comunidad.
Cuando regresé a Lima, le comenté a mi familia la experiencia que había tenido, y mi viejo me sugirió invertir en un juego de camisetas para mi nuevo equipo (Los Tigres de Nangay), y así lo hice. Cuando regresé a mi comunidad y les di la sorpresa, no podían creer que un médico estuviera haciendo algo así por ellos, sinceramente lo hice de corazón, pero me sirvió para ganarme el de ellos.
Una noche llamaron a la puerta los ronderos, eran cinco o seis, la verdad es que me asusté, el poblado incluido el centro de salud no tenía luz, y abrir la puerta y ver a unos tíos con ponchos y algunos con pasamontañas pues aterroriza un poco; me dijeron que había una urgencia en el local del pueblo, cuando llegué no había tal urgencia, me habían preparado una fiesta de bienvenida, fue impresionante, una tremenda fuente de tallarines con un pollo entero ante mi, yo pensaba partirlo y compartirlo, pero me dijeron: "eso es para usted doctor por el cariño que ha demostrado tenernos", creo que fue otra satisfacción mas de mi SERUMS, como con tan sólo un gesto podía abrir corazones.
Luego se lo conté a mi padre, me dijo entre risas que las camisetas eran para que me pongan de titular y no para que me hagan una fiesta, luego me dijo una gran verdad.
Quería contarles esto porque no todas las poblaciones son iguales, no todos los ronderos son agresivos y golpean médicos, a mi sólo me patearon jugando fútbol; por otra parte la gran verdad que me dijo mi padre fue que existen pequeños gestos que pueden lograr grandes cosas.
Esta es otra de las experiencias de mi vida en el SERUMS, ya les iré contando mas.

 Foto : C.S Nangay de Matalacas

 Foto : Poblado de Nangay de Matalacas

Foto : Los Tigres de Nangay

No hay comentarios:

Publicar un comentario