lunes, 30 de diciembre de 2013

Año nuevo en Amsterdam

La bienvenida a un nuevo año siempre ha sido para mi una gran fiesta, eso que dicen que como recibas el año será todo el restante de los días, pues esa es mi filosofía, así que siempre quiero entrar con alegría a un nuevo año, visionando proyectos y metas, me encanta el año nuevo, es como se va todo lo malo y todo lo bueno será mejorado.
Año tras año trato de disfrutar el año nuevo, esté donde esté, muchas veces en mi casa de Olimpo hacíamos fiesta, alguna vez salía de juerga, en fin muchas salidas, hoy les contaré una de ellas.
El primer año que llegué a España fue algo duro, estaba prácticamente solo en la ciudad, mis amigos y familia lejos, incluso mi esposa demoró en llegar por la burocracia del consulado. En Madrid tengo a mi primo Fito y su familia y a mi tío Efrain pero los veía poco por los estudios, y en cuanto a amigos para mi buena suerte estaba viviendo un gran amigo, Fabricio, nuestra amistad se inició en el colegio y se mantuvo a pesar de la distancia.
Se acercaba el año nuevo y la verdad había sido un año muy duro y quería despejarme de todo, quería una buena juerga, y quien mejor para ello que Fabri. Nos reunimos para planificar nuestro fin de año y nuestra mente fijó un objetivo, Amsterdam, y a lo loco compramos los pasajes.
Un día antes de embarcarnos hicimos compras para la supervivencia, nos fuimos al Lidl y cogimos lo esencial un pan grande tipo bimbo, jamón, queso, chorizo de pamplona, una docena de latas grandes de cervezas, tres freeway cola y tres freeway naranja, y un whisky de tres euros.
Con tan sólo los pasajes comprados, unos cuantos euros de bolsa de viaje, y la maleta llena de alcohol y comida nos íbamos a Amsterdam.
El día del vuelo nos levantamos tarde porque el día anterior nos tomamos unas cuantas cervezas y un vino, para ir calentando, Fabri cogió el coche y lo dejó cerca a una estación de metro (Barajas) y llegamos a embarcar, la maleta de suministros fue a la bodega, y llegamos corriendo al avión, por las miradas de los pasajeros éramos los últimos en abordar y nos estaban esperando para despegar.
Al llegar a Amsterdam nos pusimos a buscar hospedaje, un treinta de diciembre, por suerte encontramos habitación mixta en un hostel con dieciocho literas (36 camas). Ahí conocimos gente de muchas partes del mundo, nos hicimos muy amigos de unos portugueses André y Micael, hasta ahora seguimos comunicándonos, habían personajes raros, un italiano que nos acompañó en algunas salidas de nombre Carlo, un loco que estaba muy quemado, el tuvo un incidente en la habitación, se puso a cantar una canción y a silbar a todo pulmón y había uno que era del personal del hotel que estaba durmiendo y le dijo que se callara, Carlo se enfadó y le dijo mil palabras en italiano y le gritaba y silbaba en su oreja, luego nos sonrió y nos dijo para ir a tomar unas cervezas que el invitaba; las únicas chicas de la habitación eran brasileñas y estaban muy guapas, el resto se repartía entre australianos, estadounidenses, e ingleses; un día llegó un negro holandés que no le gustaba mucho el agua, y sinceramente preferíamos abrir las ventanas y pelarnos de frío, antes de que el aroma de sus pies se apodere de la habitación, y eso que dormía con los zapatos puestos.
Después de haber paseado por Amsterdam y haber disfrutado de sus paisajes y su frio, después de nuestros almuerzos de pan con queso y chorizo acompañados con freeway cola, después de andar por el red light district tratando de filmar algo para el recuerdo, después de pasear en bicicleta y después de  haber bebido unas cuantas cervezas, pues ya era el día de despedir el 2007.
Estábamos muy impacientes por la fiesta en Damn Square (la plaza mayor) ya que habíamos visto vídeos de la juerga que se armaba ahí. Sacamos nuestras provisiones del cilindro que servía de ropero y nos dirigimos a Damn Square, y veíamos como el cronómetro iba cuenta atrás, y nosotros cerveza tras cerveza, pero muy cerca al escenario. Un tío que estaba a nuestro lado se encontraba  muy colocado (drogado, stone) primero nos incomodaba su estado pero luego ver su cara china y su afán de querer reírse pero no poder hacerlo, hacia el gesto pero no le salía el jajaja, nos contagió su "entusiasmo" y en vez de echarlo, le hicimos espacio para que se quede. A falta de unos diez minutos mi vejiga dijo basta, y no podía mas, tenía que ir al baño, Fabri renegando porque nos alejaríamos del escenario pero como buen amigo, aparte que yo cargaba el alcohol, me acompañó, al salir del baño era imposible regresar , y empezó la cuenta atrás, se inició el 2008 y con el una borrachera infernal para mi que empecé a beber el whisky maldito que me dejaría una buena resaca.
Recuerdo que después de la cuenta atrás no hubo la fiesta que habíamos visto años atrás, así que nos pusimos a beber con gente en la plaza, y no me pregunten muchos detalles porque recuerdo vagamente como me tomé foto con dos serbios, luego bebimos con unos catalanes que tenía una novia holandesa que todo decía si porque no entendía español, y sinceramente disfrutamos de una buena juerga, lástima que para mi las luces se apagaron pronto, Fabri me llevó al hostel y siguió de juerga, yo en el hostel recuerdo que en la habitación seguía la juerga, había música en la habitación,  una brasileña se había echado novio por año nuevo, mi amigo André le mordió la nariz a un australiano porque se puso bravo y el solo entendió "mother" y a pesar de no saber ingles cualquiera sabe que si te dicen gritando alguna frase que contenga la palabra "mother" cosas buenas no te están diciendo,  y como se le acercó tanto el australiano como para darle un cabezazo pues André le mordió la nariz.
Al día siguiente desperté resaqueado pero feliz, había pasado un feliz año nuevo y con un gran amigo.

 Foto : en año nuevo todos somos colegas, con dos serbios brindando
 Foto : Bruno, Carlo, Yo, Fabri y André (de izq. a der.)
 Foto : Por los canales de Amsterdam con mi brother Fabri
 Foto : la solución mágica para la resaca, una combinación de fármacos (todos legales)
 Foto : Posando con Freeway cola y mi sandwich de jamón con queso
 Foto : En el mejor bar de Amsterdam, Excalibur, salud!!!
 Foto : sacando las provisiones de nuestro "armario"
Foto : nuestro pequeño refugio, la habitación del hostel

lunes, 23 de diciembre de 2013

Ambiente navideño

Esta vez es mas que una vivencia, una opinión. Feliz Navidad.
Esta época del año no me gusta, la Navidad me parece un invento mercantilista, y que decir de Papá Noel o los reyes magos, todas esas historias, una de un señor que vivió en el polo norte y que le llevaba regalo a los niños y la otra que cuando nació Jesús, que por cierto no se sabe con exactitud la fecha de dicho acontecimiento, vinieron tres magos trayéndole regalos, que en la Biblia no dice que eran reyes ni tampoco cuantos eran, pero luego se inventó que eran reyes magos y en número de tres porque traían tres regalos incienso, mirra y oro, en fin no voy a entrar en detalle porque hay gente que conoce mas del tema y puede que me debata con evangelios y que lo interpreten de otra manera. La cuestión es que ahora llegan la Navidad y la visita de los reyes y con ello los regalos, da igual si te has portado bien o mal, los padres siempre le compran a los niños lo que está al alcance de sus posibilidades, al menos eso creo, un niño que se ha portado muy bien, y ha sobresalido en todo merece lo que el quiera pero si sus padres no pueden pagarlo no viene papá Noel o los reyes magos con el regalo, y si un niño ha sido muy malo y sus padres tienen la posibilidad de comprarle algo, pues ya no le compran la Xbox ONE con diez juegos ahora sólo con uno por haber sido "malo".

Hay otras personas que en estas fechas se ponen sensibles, se les "ablanda" el corazón, y a ese mendigo al que siempre ignoraban ahora lo ven y le dan un pan con un café, al niño que sube a vender caramelos al bus al cual siempre le daban la espalda o se hacían los dormidos, en estas fechas si es posible le compran la bolsa de caramelos y lo miran con lagrimas en los ojos, talvez debamos de decirle a esa gente que es navidad todos los dias para que se conmuevan con su prójimo como en estas fechas. No me parece nada mal que lo hagan pero que sean constantes, que no sea porque es esta fecha , que piensen que van a hacer su buena acción y asi lmpiar su consciencia.
Los niños son el motor de estas fechas, y debido a todo este mercantilismo que se ha ido creando, también se ha ido incrementando la ilusión de los niños, y no importa la clase social, por lo que da igual si tu condición te permite comprar un avión a control remoto o un avión hecho de papel, los niños están ilusionados con que tendrán un regalo, una cena o por lo menos un desayuno navideño, y no les puedes decir a esos niños que todo es una creación capitalista, a ellos que mas les da. Felizmente para apaciguar esa pena hay gente que se acerca a albergues y da desayunos, juguetes, al menos su miseria, creada por el mismo hombre que creó la ilusión navideña, queda disimulada.
No puedo negar que de niño me emocionaba con la navidad, obviamente esperaba esta fecha para recibir regalos, trataba de portarme mejor en estas semanas para que llegue el regalo deseado, aunque siempre mis padres me daban talvez mas de lo que merecía,  aparte de recibir el regalo que habia pedido tenía la impresión que también recibía el regalo que les ilusionaba a mis padres, ese que ellos lo veían en la tienda y les parecía genial, esos regalos que les ponian pilas y se ponían a jugar ellos y te pedían a gritos que los utilices, y tu eras feliz con algo de menor cuantía económica, como aquél de un comercial de televisión que un niño encuentra un palo en su regalo de navidad y se emociona, pues igual yo, me emocionaba con el pequeño carrito de metal y mis padres querían que juegue con el carro a control remoto que se encendía las luces y hablaba, disfrutaba de mis regalos hasta que el sueñome vencía. De adolescente salía con mis amigos, llegaba a la cena y después del brindis nuevamente me iba con mis amigos a beber unas cervezas. Ya a partir de los veinticinco mas o menos prefería quedarme en casa y disfrutar de ese ambiente familiar, al cerrar mis ojos puedo remontarme a mi casa en Olimpo, mi tía Ana con mi mamá y mi abuelita cocinando el pavo, por otro lado las verduras y las papas hirviendo para hacer una ensalada rusa que acompañe al plato principal, mi padre aún en short y polo haciendo algún arreglo de último minuto en la casa, mi hermana colocando en la mesa el champagne y el panetón, luego mi papá pondría alguna emisora de villancicos, el olor de pavo al horno anunciaba que estaba próxima la cena que se serviría a las doce, y por fin todo listo para hacer el brindis, tras lo cual abriríamos los regalos que estaban debajo del árbol navideño, que recuerdos.
Mis últimas navidades las he pasado de guardia, trabajando, lejos de casa, aunque no le doy importancia a estas fechas, no puedo negar que echo de menos el ambiente familiar que se respira en estas fechas.

viernes, 13 de diciembre de 2013

Idolos del futbol

Hace unos pocos días veía como comentaba la gente en Perú un programa de televisión basura, esos programas rosas, que sólo hacen crear pólemica del sufrimiento ajeno, esta vez se trataba de una chica que había mantenido una relación sentimental con un jugador de fútbol mientras este se encontraba casado, pues el programa expuso a esta mujer haciéndole preguntas de su vida privada cuando estuvo con el deportista. Bueno este futbolista en alguna época fue ídolo para algunos, el loco le llaman y había gente que quería seguir sus pasos, después de jugar por el mejor equipo del Perú, se fue a la Argentina y dió el paso a Europa, Italia, luego probablemente por este problema familiar su nivel fue en declive y ese ídolo se convirtió en barro. Otro ejemplo es el de un jugador joven que le hizo un par de goles al mejor equipo del Perú, y por eso pensaron que sería un diamante que había que pulir, se fue al primer postor y el otro día lo vi entrando al campo de juego a los setenta y siete minutos después que su compañero con el que lucha el puesto fallara tres claras ocasiones de gol, este jugador aun puede crecer y ser ídolo futuro. Pues asi, nos creamos ídolos futbolísticos, algunos como Messi o Ronaldo el gordito o el portugues, y otros mas humildes y no de tanta envergadura. En mi caso siempre he seguido a la "U" y a Boca Juniors, en donde he seguido a muchas generaciones y algunos jugadores me han hecho sentir orgulloso de ese equipo, ese sentimineto del hincha.
Bueno pues en los noventas seguía a mis tres equipos Universitario, Boca y Barcelona, este último menos que al resto porque no llegaban muchas noticias y videos, pero a Boca lo seguía con la revista el Gráfico, esa generación me hizo conocer y tener algunos ídolos, entre ellos un equipo muy especial fue el del 92-93 donde jugaba el mono Navarro Montoya, tenía un poster pegado en la pared de mi cuarto, siempre esperaba que lo convocaran a la selección argentina pero por un partido que jugo por Colombia ya no podía hacerlo, otros eran McCallister jugador que en años posteriores fue bailado por un pequeño equipo de Lima, Mancuso, el Beto Carranza, que increiblemente jugó en la¨"U" y nos regaló un golazo en el estadio mas alto del mundo, en Cerro de Pasco, pero mi mayor ídolo era Sergio "el manteca" Martinez, goleador de aquel equipo, gozaba viendolo jugar y haciendo goles, oportunista, estaba justo ahi, y celebraba los goles con esa euforia uruguaya, esa pasión, trepado en la reja de la bombonera, jugó también en el Defensor de Uruguay y en el Deportivo de la Coruña.
En 1997 Perú se enfrentaba a Uruguay por las eliminatorias para el mundial de Francia del siguiente año, y sorpresivamente convocaron al manteca, un amigo que también era fanático de Sergio Martinez me avisó de ello, y decididos teníamos que verlo en persona, era nuestra estrella y talvez jamás podríamos tener una oportunidad como esa. Averiguamos a que hora la selección de Uruguay iría al reconocimiento de campo del estadio nacional y ahi esperamos pacientemente, como si fueramos unos periodistas, pinta de estos no teníamos pero nosotros en plena puerta viendo como bajaban del bus, la policía custodiando y la poca gente hacía algo de bulla, un periodista nos dijo: "chicos tranquilos no digan nada y entren con confianza y adentro se hacen las fotos, entren con nosotros", asi lo hicimos entramos con el tumulto de periodistas, encendieron las luces del nacional y directamente fuimos al manteca, sentado a su lado estaba Alvaro "el chino" Recoba, cuando nos dirigimos hacia la banca Recoba se puso de pie y dijimos: "la foto es con el manteca Alvaro", y me tomó primero mi amigo una foto con mi ídolo y luego yo a él, el periodismo estaba concentrado con Enzo "el príncipe" Francescoli, era imposible hacerse foto con él, nos fuimos por otro jugador ahora mas conocido aún en Perú, Pablo Bengoechea.
Así pues amigos, a veces tenemos ídolos de futbol y que sin querer las circunstancias nos llevan a conocerlos, talvez no sean unos genios ni eruditos pero nos hacen gritar gol y emocionarnos con sus jugadas, si no te gusta el futbol no lo entenderas pero si eres de los hinchas que viven los partidos saben a que me refiero.

 Foto : Con el gran "manteca" Martinez, al lado Recoba

Foto : En medio Pablo Benogoechea, mi amigo jaime y yo


Foto : poster del mono Navarro Montoya

viernes, 6 de diciembre de 2013

A propósito de ronderos

El otro día vi en una noticia como les habían dado una paliza a unos compañeros médicos serumistas en una población en la sierra al norte del Perú.
En una publicación anterior expliqué lo que era el SERUMS (servicio rural urbano marginal de salud) y de lo grato que fue para mi ese periodo, les conté como había atendido un parto y en otra oportunidad mi experiencia en un levantamiento de cadáver en una de esas poblaciones, pero jamás fui agredido, al contrario me llevaba muy bien con la población.
Los compañeros que fueron agredidos estaban en una discoteca divirtiéndose y eran aproximadamente las once de la noche cuando un grupo de ronderos sacaron de dicho local a mis colegas y a empujones, puñetes y latigazos los llevaron hasta la Plaza de Armas de aquella localidad y les dijeron que no querían escándalos en ese sitio, a pesar de haber policía en dicha zona y que algunos ronderos se oponían al maltrato de los médicos entre ellos mujeres, no les importó e igual los "castigaron".
Para quienes no lo sepan, el nombre de rondero viene derivado de lo que se llamaban rondas campesinas, que se crearon en los años setenta como un sistema de vigilancia ciudadana, luego en los ochentas los ronderos fueron útiles en la lucha anti subversiva, aunque algunos degeneraron al otro bando, en fin, incluso hay una ley que los regula; ahora como en toda organización hay gente buena y gente mala, y por lo visto pues esa gente pasó los limites con mis colegas.
En mi caso los ronderos fueron muy amables, éramos hasta amigos, y es que yo quería integrarme a esa comunidad que también sería la mía durante un largo año, pero la labor sería dura, yo era el "intruso", era el médico que venía de la costa a la sierra, de la capital Lima a una provincia olvidada por las autoridades, que tenía yo en común con esa gente, éramos tan extraños como se veía en el papel, realmente podría integrarme, me preguntaba.
Pues al llegar vi algo que me integraría rápidamente a la población, vi un campo de fútbol, luego vi un colegio, un local comunal y una iglesia, pues si infaltable.
La primera ida a mi centro de salud fue por quince días, ahí pude conocer a las autoridades, el alcalde, el teniente alcalde, los ronderos, los profesores, el cura que venía de vez en cuando a recibir "ofrendas", y por supuesto el equipo de salud, todos formábamos las autoridades del pueblo, al presentarme pues no di muchos detalles de mi, pero si que me gustaba el fútbol y enseñar, cosa que es muy cierta, y que me gustaría que me tomen en cuenta por si jugaban fútbol o si necesitaban alguna charla en el colegio.
El primer fin de semana me llamaron para jugar fútbol, por suerte no lo hice mal y me dijeron para formar el equipo del pueblo, les gustó mucho mi integración a la comunidad.
Cuando regresé a Lima, le comenté a mi familia la experiencia que había tenido, y mi viejo me sugirió invertir en un juego de camisetas para mi nuevo equipo (Los Tigres de Nangay), y así lo hice. Cuando regresé a mi comunidad y les di la sorpresa, no podían creer que un médico estuviera haciendo algo así por ellos, sinceramente lo hice de corazón, pero me sirvió para ganarme el de ellos.
Una noche llamaron a la puerta los ronderos, eran cinco o seis, la verdad es que me asusté, el poblado incluido el centro de salud no tenía luz, y abrir la puerta y ver a unos tíos con ponchos y algunos con pasamontañas pues aterroriza un poco; me dijeron que había una urgencia en el local del pueblo, cuando llegué no había tal urgencia, me habían preparado una fiesta de bienvenida, fue impresionante, una tremenda fuente de tallarines con un pollo entero ante mi, yo pensaba partirlo y compartirlo, pero me dijeron: "eso es para usted doctor por el cariño que ha demostrado tenernos", creo que fue otra satisfacción mas de mi SERUMS, como con tan sólo un gesto podía abrir corazones.
Luego se lo conté a mi padre, me dijo entre risas que las camisetas eran para que me pongan de titular y no para que me hagan una fiesta, luego me dijo una gran verdad.
Quería contarles esto porque no todas las poblaciones son iguales, no todos los ronderos son agresivos y golpean médicos, a mi sólo me patearon jugando fútbol; por otra parte la gran verdad que me dijo mi padre fue que existen pequeños gestos que pueden lograr grandes cosas.
Esta es otra de las experiencias de mi vida en el SERUMS, ya les iré contando mas.

 Foto : C.S Nangay de Matalacas

 Foto : Poblado de Nangay de Matalacas

Foto : Los Tigres de Nangay

viernes, 29 de noviembre de 2013

Balín, mi perro

Hace poco mi gran amigo Henry tuvo la gentileza de regalarle a mi sobrino una perrita muy bonita, y ha aportado un granito mas de felicidad a la familia, ahora cuando llamo a mi madre, veo a mis sobrinos jugueteando con su mascota, a mi abuela renegando y me trae recuerdos de mi niñez.
En nuestra vida pasan varias mascotas y se convierten en parte importante de nuestro día a día, la mayoría de nosotros hemos tenido un perro, algunos gatos, otros canarios, iguanas, hámsters, hasta los mas extraños como serpientes, tarántulas, caimanes, ardillas, etc
En mi caso he tenido perros, canarios e incluso una tarántula. Esta vez voy a recordar a uno de mis perros, Balín, fue el segundo de los perros que he tenido.
Bueno Balín nació en Mirones, en el barrio de ese entonces de mi primo Iván, de raza chusca (híbrida), recuerdo la vez que fui a buscarlo con mi tía Ana, en una caja de leche Gloria estaban ahí los cachorros, me gustó él por su color plomo y ojos azules y su revoloteo, como si quisiera estar adelante de todos para que me lo lleve, lo cogí en una manta y nos lo llevamos a Olimpo, barrio donde queda mi casa, recuerdo tan bien ese día que en la salida del pasaje de la Unidad Vecinal de Mirones había un par de chicos con una bolsita en la mano y uno de ellos fumando un cigarrillo algo raro, saludaron con respeto a mi tía, pero ese olor me pareció tan raro que sentí curiosidad y le pregunté a mi tía que cigarro estaban fumando, ella me sonrío y me dijo que era algo malo, luego escuche cuando llegamos a casa que mi tía contaba a mi madre que en el pasaje se encontraba un conocido del barrio fumando pasta, luego mis amigos mayores del barrio me explicaron que eso era PBC (pasta básica de cocaína), bueno me he ido por las ramas, la cuestión es que llegamos con la nueva mascota a la casa, nuestra antigua perrita era una pastor alemán muy inteligente y bastante querida, dolió mucho su pérdida, nos costaría el cambio.
El nombre se lo puso mi padre debido a que en los dibujos animados de Tom y Jerry había un perro Bulldog llamado Balón y su pequeño hijo Balín, pues de ahí el nombre.
Al comienzo como todo perrito era alimentado con leche en biberón, luego camote, la verdad nunca utilizamos con él esos alimentos balanceados y comía de todo, lo que si lo engreíamos con su aseo aproximadamente mensual, venía la camioneta de la veterinaria y se lo llevaba a su día de acicalado, regresaba hecho un príncipe.
En mi casa mi papá había puesto una tienda de abarrotes, se vendía bebidas, cigarros, golosinas, alimentos enlatados o embolsados, etc, pues el vigilante era Balín, detrás de la reja que protegía la tienda de la calle el se encontraba resguardando siempre que nadie pudiera aprovechar algún descuido.
Mi perrito como todo héroe tenía su archienemigo, Peluchín (nombre proveniente del perro de la Chilindrina, personaje del chavo de ocho), nombre un poco infantil para un perro también chusco pero mas grande que Balín, con cara de maloso, que había vencido en combate a todos los perros de mi barrio y de los barrios vecinos, que había preñado a todas las perras que se encontrara en el camino, pero con Balín no podía, básicamente porque mi perro al ser mas pequeño era mas veloz y entraba entre las rendijas de la reja de la tienda, entonces antes que Peluchín lo atrapara Balin estaba ladrándole desde dentro de la tienda. Peluchín tenía como compañero a otro perro de nombre Bandido, mi perro si que se peleaba con él, hasta que llegaba su defensor mas grandote y ahí si salía como un balín a escudarse tras las rejas.
Hubo un día que fue glorioso para mi perro, y disculpen que lo cuente como una hazaña pero para el creo que lo fue, como dije Peluchín arrasaba con toda perrita que se apareciera, y no le daba chance a Balín, hasta que un día en algún descuido de Peluchín, mi perro pudo salir de virgen, lo recuerdo muy bien, llegó como si hubiera hecho una maratón, agotadísimo, la lengua afuera respiraciones a mil, cruzó la reja y se tumbó, le pusimos agua y así tumbado tomaba el agua, pero le caían hasta lagrimas, es que le faltaba sólo la canción "we are the champions", espectacular.
Balín estuvo en la familia aproximadamente ocho años, había resistido muchas adversidades, enfermedades, peleas, incluso un día se cayó desde el techo del segundo piso hasta la acera al vernos llegar en el auto que veníamos de la playa, pero como gato se levantó nos movió la cola y corrió hacia nosotros; un día empezó a sentirse mal y cada vez peor, conjuntivitis, dificultad respiratoria, vómitos, debilidad, convulsiones, lo llevamos al veterinario y el diagnóstico fue distemper, era extraño para nosotros escuchar ello, siempre lo vacunábamos en las campañas y si no las habían pues lo llevábamos a la facultad de veterinaria cerca a casa, el veterinario nos dijo que podría haber algún fallo en la vacuna, talvez que hubiera estado pasada o algún facineroso que nos había timado; se intentó de todo para salvarlo pero no resistía mas, su sufrimiento era tal que tuvimos que tomar la decisión de una muerte programada y compasiva, sinceramente es una decisión muy difícil, y estoy seguro que muchos de ustedes lo han pasado, hace poco un amigo me consultaba los análisis de su perro, no soy veterinario, pero soy médico y estaba claro que lo que tenía era muy malo y pronto moriría, también tomó esa decisión, y le fue muy dura.
Tras su muerte, le hicimos una pequeña despedida, cargamos una caja con su cuerpo, hicimos una fosa en el parque de mi casa, y con mis amigos Carlos, Chuqui, mi primo Ivan y yo, dijimos unas palabras y lo enterramos, así que en alguna parte del parque Zeus están los restos de Balín.
En la vida las mascotas nos acompañan, nos hacen reír, jugar, lamentablemente sabemos que les llegará su hora pronto, que su vida es mucho mas corta que la de un humano, salvo que tengas una tortuga de tierra claro, pero la mayoría que tiene perros o gatos, hay que disfrutar de ellos y engreirlos, nos dan mucho cariño y por casi nada.

Foto : Balín en el techo de mi casa, junto con él de izquierda a derecha, mi hermana Katty, mi primo Ivan y yo

viernes, 22 de noviembre de 2013

Tenerla corta importa

Si acaso tu no la tienes corta alguno de tus familiares tiene ese problema y sinceramente es un problema, alguno ya desde pequeños se lo detectan, en mi caso lo detectaron a los dieciséis años, para algunos despistados que no saben de lo que estoy hablando es de la visión. 
La causa más frecuente de disminución de la agudeza visual son las ametropías o defectos de refracción, siendo la causa más habitual de ametropía una alteración en la longitud anteroposterior del globo ocular.  Los miopes ven mal de lejos, los hipermétropes ven mal de cerca y los astigmáticos pueden ser miopes o hipermétropes. 
La miopía, que es lo que me detectaron, consiste en que los rayos se focalizan delante de la retina porque el ojo es digamos mas largo de lo normal y entonces vemos mal de lejos y necesitamos lentes divergentes que retrasen el lugar en el cual confluyan los rayos de luz. 
Después de todo este rollo y tecnicismo medico voy a contarles porque es difícil usar lentes, hay algunos que los empiezan a usar desde niños, recuerdo que desde la época del colegio había chicos que usaban gafas y algunos de nuestros compañeros eran crueles y se dedicaban a ponerles apodos a montones, desde el clásico cuatro ojos, hasta los mas peculiares como el que el pusieron a mi compañero Fabrizio, quien se lo tomo deportivamente y es que tenía unos lentes impresionantes, aparte de tener nistagmus (sus ojos iban de un lado a otro con rapidez) parecía un juego de aquella época, de ahí su apodo que le llamaran "coliloco".  
A los dieciséis años mi padre me llevo al Oftalmólogo porque por las noches mis ojos se ponían muy rojos y no era por el efecto de alguna droga o sustancia parecida, ademas de la sensación de arenilla que tenía, el medico determino que tenía miopía y astigmatismo, me probo unos lentes de contacto y como no veía bien con ellos me dijo que era porque tenía además ojo seco; han pasado los años y sus diagnósticos se fueron cayendo, lo que era ojo seco al final no lo fue, lo que tenía es un pterigion (carnosidad en el ojo) lo cual ocasionaba que la lente de aquella época no hiciera contacto con el ojo, el astigmatismo no se como pero ha desaparecido y lo único que me quedo fue la miopía. 
En el colegio me negué a usar gafas y solo las usaba cuando iba a la academia preuniversitaria a partir de los diecisiete años las tenia que usar de continuo porque mi visión ya había disminuido. Al principio me fue de ayuda porque al sacar mi libreta militar fui inhabilitado por miopía y por lo cual no había servicio militar obligatorio, pero luego me fue molestando por los inconvenientes que me daba. 
El primer inconveniente que tuve fue en las discotecas, no me gustaba llevar gafas, y aveces me dejaba engañar por mis amigos porque al momento de sacar a una chica a bailar no era tan simpática como ellos me habían dicho, pero al menos eran mujeres, no como le paso a un amigo que se equivoco y saco a bailar a un hombre. 
También me era incomodo cuando iba a la playa y mis amigos me decían: mira a esa chica que buena que esta, y a mi me daba mucha vergüenza sacarme los lentes de sol y ponerme los de medida para ver a la chica en referencia. 
En la parte deportiva para jugar fútbol o fulbito tenia que sacarme las gafas, de día podía distinguir a mis compañeros por sus características físicas pero de noche me era bastante difícil.
Cuando ingrese al internado al momento de entrar a quirófano llevar gafas sinceramente era un problema, tenía que ajustármelas con esparadrapo, lavarlas con jabón para que no se empañaran, si sudabas un poco se te iban despegando e iban cayendo, no podías decir nada porque te regañaban, pero cuando ya las tenias en la punta de la nariz y veías que había posibilidad que cayera dentro del paciente, tenias que pedirle alguien que no este operando claro que te acomode las gafas, llevándote un grito del cirujano porque detenían todo el acto quirúrgico. 
Pues ayer después de mucho tiempo y de pensarlo detenidamente decidí operarme para corregir ese defecto y elegí la cirugía Epilasik, esta consiste en cortar una parte de la cornea para adelgazar el globo ocular y así corregir la miopía, a diferencia del Lasik esta no utiliza bisturí, la recuperación será mas lente y mas dolorosa, pero según los estudios el resultado será mas efectivo, así que me preparo para una vida sin gafas. 
Bueno por lo que han leído, en lo que a visión se refiere, tenerla corta sí que importa.

 
Foto con mis ultimas gafas.

viernes, 15 de noviembre de 2013

Paris, un sueño que demoró pero llegó

Noviembre es un mes muy difícil para mi, en mis relatos se darán cuenta que ocurrieron sucesos alegres y muy tristes en mi vida que han coincidido justamente en este mes, y que ya les iré contando, como dije alguna vez, nací queriéndolo pero pasan los años y empiezo a odiarlo.
Hoy será un relato de alegría, de ilusión y sueños, hablaré de una persona espectacular, no tengo palabras para describirla y talvez en un futuro me anime y haga un libro de todo lo bella persona que es, de todo lo que ha dado a mi vida y lo que ha aportado al mundo, su vasta experiencia hace de por si que al hablar con ella solo escuchemos historias que nos deslumbren, seguramente todos los que lean este relato la conocerán, ya sea en directo o por medio de alguna foto o porque les he hablado de ella, mis amigos del colegio la conocen porque me llevaba a el de niño, iba a mis actuaciones, y cuando me iban a buscar, esto también lo saben todos, incluso cuando ya estaba en mi segunda década de edad daba un grito para llamarme y decía "Edwincito te buscan", mi padre y mi madre la corregían para que no use el diminutivo por si mis amigos luego me molestaban, pues si, ya se abran dado cuenta que es de mi abuelita de la que voy a hablar.
Como dije sería muy extenso hablar de todas mis experiencias con ella, así que hablaré de algo muy particular. En Octubre del 2010 tras trámites muy difíciles para la obtención de un visado para Europa, finalmente lo consiguió, y a sus noventa y cuatro años, conocería el viejo mundo; nunca antes había realizado un viaje tan largo, y menos aun sola, pero la ilusión de visitar Europa y conocer donde vivía su nieto médico y también su nieto mayor, Fito, podía mas que cualquier temor a viajar en avión, o dolencia que pudiera tener.
El viaje ella lo cuenta como incómodo pero normal, al llegar al aeropuerto de Barajas de Madrid, lamentablemente le dijeron que no había sillas de ruedas para ella, y tampoco fue impedimento para seguir hacia la salida, siguió las señales y una señora con la que había hablado en el aeropuerto de Lima, que subió también como persona de tercera edad pero mucho menor que ella, y que si venía siendo trasladada en silla de ruedas, al percatarse que mi abuela venía tan tranquila sin compañía, tuvo la gentileza de avisar a los encargados, así que finalmente la ayudaron con las maletas y salió, se encontraba un poco fastidiada por la silla de ruedas ya que no le gustaba llegar a Europa en ella, la recibimos mi esposa, mi primo y su esposa, mis sobrinos y yo, nos fuimos a comer y luego a descansar a casa.
En casa un vino y jamón ibérico, una sonrisa increíble y la sensación de ambos de incredulidad, mi abuelita estaba en España, pero quien podría pensarlo. Pasó su cumpleaños noventa y cinco en España, se paseó por varias ciudades, y le pregunté que ciudad era la que quería visitar, ella me dijo que no quería irse de este mundo sin poder ver Paris. Mi abuelita es muy creyente, reza cinco rosarios al día, ve misa, y tiene fe a vírgenes y santos, yo siempre he respetado sus creencias, fue a la Catedral de Toledo, al Vaticano, pero lo que mas le hacía ilusión era Paris.
No podía decir que no a sus ojos que me miraban con ilusión al mencionar la capital francesa, sinceramente no se porque era esa atracción pero si mi abuelita quería ir pues asi sería.
Partimos en diciembre con un frio que se congelaba la nariz, el viaje empezó tormentoso, llegamos al aeropuerto, y para empezar anunciaron que el avión tendría un retraso de una hora que se convirtió en cuatro, el viaje se hacía extrañamente largo y se escucha al piloto anunciando que habían cerrado el Charles de Gaulle (aeropuerto de Paris donde nos dirigíamos) por nevada y que aterrizaríamos en Burdeos a la espera de instrucciones, después de dos horas pudimos partir a Paris, llegamos a medianoche, por lo visto los trenes también estaban cortados, y pasaría el último en una hora, la temperatura a -4ºC, aunque la nieve le gustó a mi abuela, el frio le quitó la sonrisa de la cara a la pobre, finalmente llegó el tren, ocho paradas teníamos que aguantar, el vagón de tren repleto mi abuelita cuidando su bolso, como en Lima, yo con una pierna dormida, casi una hora de viaje, salimos de la lata de sardina de tren para tomar un taxi, vaya sorpresa no habían taxis solamente un camión pasaba por las calles parisinas retirando la nieve, hijo ya estamos cerca caminemos me dijo mi ya extenuada abuelita.
Llegamos al hotel, señor y señora Ugarte me dice el recepcionista, no es mi abuela le digo, pone cara de uyyy, que pasa pregunto, pues error del hotel cama matrimonial, a esperar que nos arreglen la habitación, en fin, a descansar el periplo del arribo.
El día siguiente fue muy distinto, a pesar del frio pudimos disfrutar del esplendoroso Paris, mi abuelita no dejaba de asombrarse de lo bonito que es esta gran ciudad, bueno ocurrió otro incidente, ya no caía nieve pero el piso estaba con una capa de hielo y resbalaba, mi abuelita resbaló y yo no pude sostenerla, creo que si lo hacía era peor y le luxaba el brazo, se golpeó la costilla, pero siguió muy valiente ella, un analgésico y un buen descanso con un café calientito y adelante, nada le impediría hacer turismo.
En las tardes comíamos quesos franceses que me gustan mucho, pero a mi abuela no le fueron mucho de su agrado, le parecían muy fuertes.
Mi abuela se sorprendía cuando subíamos al metro de la cantidad de gente morena que había, pensaba que los franceses eran todos blancos, yo le decía que eso solo es en las películas.

Lo que mas disfruté fue el paseo en los Champ Ellysees, porque pudimos conversar de todo un poco, recordamos los momentos de niño cuando me despertaba por las noches y le pedía que me de la mano para dormir, o cuando me venía del colegio con ella y me compraba chocomel en la tienda del señor Tarazona, o cuando mi abuelo estaba enfermo y ella cuidaba de el, también nos dio tiempo para comer dulces, tomar unos vinos calientes, un café, visitar las tiendas, tomarnos una foto navideña, y todo esto con la gran vista que tiene esta avenida.
Un momento alucinante fue cuando bajamos del metro a ver la Torre Eiffel, ella me preguntó donde estaba, no se percataba que estaba frente a ella por su inmensidad, cuando se la señale se quedó boquiabierta, y me dijo justamente el titulo de este relato, "es un sueño hijo, se ha demorado noventa y cinco años pero se ha cumplido, gracias por haberlo hecho posible, veo que estas triste y se porque es, se que te hubiese gustado traerlo aquí también, cuando este con él le contaré como es Paris", referiéndose a mi padre.
Bueno pues hoy mi abuela cumple noventa y nueve años y sigue viendo como se cumplen sus sueños, a veces la vida te hace esperar por esos sueños, espero que ustedes no los haga esperar tanto pero que los haga tan felices como a mi abuelita.




 Foto : Esperando salida a Paris (retraso de cuatro horas)
 Foto : Mi abuelita preocupada en el avión, ya eran muchas horas de viaje y no llegábamos a Paris
 Foto : Al fin en Paris, nieve y frio nos recibieron
 Foto : Merienda con café con leche y queso "fuerte" como diría mi abuela
 Foto: Champs Ellysees
 Foto : la alegría de un sueño
Foto : Moulin Rouge de fondo, último día de paseo, mi abuelita ya agotada

viernes, 8 de noviembre de 2013

Acoso infantil

Estas últimas semanas he estado hablando con mi sobrino de seis años y se encontraba contrariado, y sinceramente para su corta edad me parece muy desenvuelto y dice las cosas con un razonamiento y lenguaje mas propio de una persona mayor, y en una de sus video-llamadas inesperadas me empezó a contar una historia que me sonaba familiar. Pues resulta que mi sobrino es llevado al colegio en una movilidad privada, y en ese transporte van alumnos de distintos años, tantos niños y niñas; mi sobrino me contaba que sufría ir en esa movilidad porque cada vez que iba en ella había una niña que lo molestaba, lo insultaba, le jalaba el cabello, le empujaba, y que el se quería defender pero le daba vergüenza porque era mujer y además mayor que él.
Existe un amor y odio entre niños y niñas, es una etapa que se inicia mas o menos a los seis o siete años en la cual nos separamos como en dos bandos; luego pasan los años y esa chica que tanto odiabas se convierte en la que quieres que sea tu enamorada, talvez por eso mi sobrino no entendía porque esta niña mayor lo molestaba y yo entendía que era por aquél motivo.
Bueno al parecer mi sobrino ha sabido solucionarlo, no se si siguió mi consejo y le dijo que si tanto lo molestaba era porque le gustaba y quería que sea su novio, creo que con eso se iba a morir de la vergüenza, o talvez se olvidó que era una niña y le devolvió algún golpe.
Lo de mi sobrino me trajo a la mente mis peores pesadillas de niño, y seguramente algunos de mis amigos del colegio ni se percataron o no se acuerdan, de lo mal que lo pasé algunos años en mi época de colegial.
Todo empezó en el kinder o jardín de cinco años, un par de chicas, que no pondré nombre porque las podrían conocer alguno del colegio, me hicieron un tipo de bullying, pues no me dejaban en paz, me jalaban el cabello, me empujaban, me cogían de la cabeza para darme besos, era insoportable, la miss de aquel entonces, sino me equivoco Marlene, tuvo que cambiarme de sitio a uno que esté muy alejado de aquellas niñas, la verdad es que no entendía porque me molestaban de esa manera, cada vez que venían ese par de la mano hacia mi me ponía nervioso y quería escapar, sinceramente no se si lo hacían con otros niños, pero la pasé muy mal, solo fue una temporada, creo que se aburrieron y para mi suerte cambiaron de víctima.
Pasaron los años y el problema con estas niñas se esfumó, todo transcurría con normalidad con respecto a lo que mujeres se refiere, pero llegó quinto de primaria, yo seguía sin jugar a la mamá y al papá, y surgieron las segundas acosadoras en mi vida, yo no se si era una apuesta o que, en el colegio eran dos secciones (aulas) por año, y por aula había  un grupo de dos a cuatro chicas cada uno, y cada recreo me esperaban para lanzarme piropos, al comienzo me pareció extraño, luego ya raro, cuando empezaron a darme cartitas ya me entró miedo, era una experiencia nueva para mi, y es que no era una chica la que se me insinuaba sino varias, era un acoso terrible, salía del baño ahi estaban esperando para lanzarme un beso volado, me castigaban y salía de la dirección y ahí estaban esperando para darme una carta, y claro mis amigos también estaban ahí para hacer preguntas y reírse, eso ya me empezó a afectar y hubo recreos en los que no salía del aula solo por el aburrimiento de verlas, además para evitar las burlas de mis amigos, que claro que una chica te molestara a esa edad era motivo para hacer mofa todo el año. Quinto de primaria se pasó muy pero muy lento.
El sexto año es el último de la educación primaria en Perú, tras lo cual se pasa a secundaria y en el caso de mi colegio a otra sede y con otro nombre, por lo que las susodichas ya no me molestarían. Sin embargo en sexto empecé a crecer y a tener cierto interés por el sexo opuesto, ese odio se convertía mas en curiosidad, y con el pasar del tiempo crecía mas ese interés, así que estaba deseando pasar a secundaria y reencontrarme con mis acosadoras. 
Cuando pasé a secundaria estaban ahí, ya había crecido, algunas de ellas guapísimas y otras pues estaban ahí, pero ninguna quería acosarme, evidentemente con el desarrollo les llegaron pretendientes, y se esfumaron los sueños de niñez.
Así que cuando mi sobrino me contó que una chica lo empujaba o tiraba del cabello, inmediatamente me vino el recuerdo de mis acosadoras y en lo guapas que se "convirtieron" algunas, entonces le dije que le diga algo bonito que seguro se avergonzaría y dejaría de fastidiar, porque quien sabe que ese detalle le pueda servir en el futuro.

Foto : saliendo del jardin (kinder) cinco años, atrás talvez alguna "acosadora" 


Foto : mis sobrinos Nicolas y Sebastian llamando a su tío Edwin

viernes, 1 de noviembre de 2013

31 de Octubre

Hace unos días después de ver algunos comentarios en las redes sociales me ponía a pensar en como pasábamos los peruanos el 31 de Octubre, y empecé a recordar que hacían mis amistades y mi familia ese día.
En Perú el 31 de Octubre se celebra el día de la canción criolla, fecha curiosa porque coincide con el tradicional halloween, que algunos piensan que proviene de Estados Unidos, lo cierto es que viene de la palabra inglesa all hallow even que traducida al español sería víspera de todos los santos, y es una tradición celta celebrada primero por los británicos y llevada a los Estados Unidos obviamente por sus inmigrantes, la costumbre era llevar mascaras y disfraces para ahuyentar a los espíritus malos, luego en Estados Unidos se acostumbró a tallar los jack-o'-latem (la calabaza hueca) en referencia a la la leyenda de Jack el tacaño, en fin y muchas historias que conocerán por el cine. Retomando el tema de la canción criolla, he visto muchos comentarios sacando pecho por la patria, y destacando el criollismo, incluso algunos desacreditando la otra festividad mencionada, bueno pues, maldita coincidencia porque ahora discuten los que les gusta el halloween y los que están a favor de la tradicional fiesta criolla, incluso llaman alienados a los que se disfrazan o no van a una de estas fiestas de cajón y guitarra, lo curioso es que nuestra tradición nace muchísimo después, en el siglo pasado, para ser exactos en 1944 por la gran iniciativa de Juan Manuel Carrera del Corral quien a base de tocar puertas, según cuentan, logró que el presidente Prado Ugarteche promulgara el 31 de Octubre como día del criollismo, en principio se pensó en otra fecha pero coincidía con la procesión del Señor de los Milagros (principal procesión católica en Perú).
Después de esta breve introducción les contaré que celebran los que conozco, los niños mas pequeños se disfrazan para ir al colegio y jugar con sus amiguitos, luego por la tarde los demás niños también se disfrazan y acompañados de sus padres se van a pedir dulces por las casas, algunos palomillas (gamberrillos) pintan las paredes de las casas que no daban dulces con tiza poniendo "tacaños" o cosas por el estilo, no se si llamar a esto alienación o festividad o talvez una tradición importada, pero me parece muy curioso ver a mis sobrinos e hijos de mis amigos disfrazados de diversos personajes, sinceramente no me parece mal, ni me parece antipatriótico. Bueno y por la noche?, lo que yo recuerdo es que las peñas (lugares donde hay espectáculo de música criolla) están a tope y mas caras de lo habitual, en todas ellas siempre tratando de desacreditar el halloween, algunos de mis amigos conseguían entrar a ellas, otros se iban a una fiesta de disfraces y otros a una fiesta normal, eso si todos de juerga aprovechando el feriado del primero de noviembre.
No se ustedes que celebrarán, yo les voy a contar mi historia y lo que celebro.
Era 31 de Octubre del 2000, mas o menos las diez de la noche, todos mis amigos se habían ido a alguna de las reuniones que les mencioné, y yo en la panadería de la esquina de mi casa sin dinero, mi moto había sufrido un desperfecto y tuve que afrontar los gastos, de pronto pasó mi amiga Susan que normalmente no veía y me pregunto que planes tenía, le conté mi triste realidad y no se si le di lástima pero me invitó a una fiesta con todo pagado; nos subimos al taxi ella, otro amigo y yo, llegamos a Barranco, era una fiesta en casa, mi cabeza sólo pensaba en beber y bailar y al día siguiente fulbito y ceviche, sin embargo al entrar a la fiesta sucedió la mas maravillosa coincidencia, sentada junto a la dueña de la casa estaba ella, nada mas voltear, mirarme y presentarnos, me di cuenta que esa noche no sería una de aquellas de borrachera y baile, que sería una noche especial. Bailamos un par de veces y luego nos sentamos a conversar, era increíble lo bien que sintonizábamos, seguramente a ustedes también les ha pasado eso de conversar con esa persona y preguntarse donde había estado todos estos años, pasaban los minutos y seguíamos mirándonos a los ojos y sonriendo, la sacaban a bailar y
ella hacía un gesto de cansancio para no aceptar, y seguíamos ahí, incluso llegó la tuna a cantar pero ni nos inmutamos, la noche se nos quedó corta, nos teníamos que ir, ya la fiesta terminaba, nos subimos al carro de un amigo, ella se sentó a mi lado, yo tembloroso por su reacción acaricié su cabello, ella se apoyó en mi hombro y la noche se esfumó.
No se ustedes que celebran el 31 de Octubre, a mi me da igual halloween o el día de la canción criolla, yo celebro que conocí a la mujer que comparte mi vida, sí, conocí a mi esposa, bendita coincidencia.

Foto : con mi esposa en el puente de los suspiros, Barranco, años después, la nostalgia en nuestros rostros

viernes, 25 de octubre de 2013

Poli bueno, poli malo

En nuestro país, Perú, creo que a los que conducimos carro nos ha parado en alguna ocasión la policía, ya sea de forma rutinaria por entrar al aeropuerto por ejemplo, o por algún operativo de control de alcoholemia o documentación.
Lamentablemente cuando hablamos sobre ese tema siempre escuchamos que si habías infringido alguna  regla terminabas "arreglándolo" comprando una rifa o "colaborando" con el policía de turno para que se hiciera de la vista gorda, y si tenías algún familiar y/o padrino con su tarjeta pues podrían también perdonarte aquella multa.
Bueno, pues esas historias las he vivido en carne propia y si bien no estoy orgulloso de algunas de ellas, a veces estabas prácticamente obligado a hacerlo y les contaré unas cuantas.
La primera es la de un policía corrupto, y me pasó en el control del aeropuerto, yo estaba de visita en Lima y mi brevete (carnet de conducir) era el español, al presentarlo, el policía hizo que me estacionara a un lado, algún problema le pregunté y me pidió mi documento de identidad, así que le di mi DNI peruano y el quería mi pasaporte porque según él no valía mi brevete español, yo le dije que no era correcto lo que decía y me dijo que solo era válido tres meses y como el no sabía cuanto tiempo estaba en el país pues tendría que llamar a la grúa y que se lleven mi carro al depósito, clásica amenaza del policía corrupto, bueno pues ya se por donde va le dije, veo que eres de aquellos que quieren dinero dime cuanto, fui asi de rudo porque sabía que no iba a llamar a la grúa y todo eso y no quería perder tiempo tenía que embarcar a mi esposa, efectivamente me pidió cien soles, me reí y le dije tengo veinte si quieres lo coges sino tendré que ir a mi casa por el pasaporte y llamar a tu superior, luego me dijo no seas malo, es lo que tengo y fui por la plata, para mi mala suerte no tenía billete de veinte y sólo tenía de cincuenta, al final le dije toma ni para ti ni para mi cincuenta dame mis documentos, así fue, y me fui con una rabia inmensa, sabía que lo que hizo el policía estaba mal y lo que hice yo también pero fui casi obligado a hacerlo, el no fue nada comprensivo con la situación e iba a lo que iba, a por el dinero.
La segunda historia es de cuando apareció el escuadrón fénix, policías femeninas motorizadas; esto nos sucedió a mi padre y a mi, nos íbamos al campeonato de fulbito de socios de la "U" y no nos dimos cuenta de que teníamos poca gasolina, estando en la via expresa (tipo M30 de Madrid) nos dimos cuenta pero no llegamos a la siguiente salida para un grifo (gasolinera) y nos quedamos varados en todo el tráfico, se nos acercaron las fenix y nos preguntaron que nos había pasado y si todo estaba bien, les explicamos que no teníamos gasolina, y nunca imaginamos lo que iban a hacer, pues se montaron en la moto, se fueron al grifo y nos trajeron gasolina, encima no nos quisieron recibir dinero ni por la gasolina ni por las molestias, impresionante.
Hay muchas mas historias pero para terminar, creo que la mas curiosa de ellas ocurrió hace unos quince años, un grupo de amigos solíamos salir en el auto de Carlos I. a beber en el malecón de Miraflores mientras escuchábamos música en el Sunset, a veces alguno se compraba un anticucho, y a veces nos íbamos a alguna discoteca o pub miraflorino a seguir la juerga. Las calles de Miraflores estaban en constantes cambios de señalización, y a veces una calle que era de un sentido a la siguiente semana estaba hacia el otro, pues un día mi amigo dueño y conductor del carro se metió en una de esas calles y para su mala suerte desembocaba en una discoteca en donde se encontraban dos policías, los cuales al ver que veníamos en contra inmediatamente silbato a la boca y nos pararon, Carlos se detuvo y estacionó, le pidieron la documentación y para colmo no tenía brevete, su explicación fue que el que tenía licencia era yo pero como había bebido un poco mejor manejaba él; uno de los policías quería vendernos rifas o que le demos una colaboración para su desayuno, y el otro quería otra cosa pero que no entendíamos y mientras discutían nos ordenaron que cambiáramos de conductor y me pusiera yo al volante, girase el carro en dirección correcta y luego veríamos como solucionábamos la situación, bueno pues al retroceder le di un golpe al parachoques, al avanzar casi atropello al policía, y yo ni enterado, solo que vino Carlos y me dijo oye huevón que estas haciendo, nos van a encerrar por tu culpa, finalmente nos dijeron: "muchachos entendemos que son jóvenes y que han estado en alguna fiesta así que vamos a la comisaría", nosotros estábamos temblando, pero luego nos explicó que los lleváramos pero porque se cumplía su turno y querían una jalada (aventón), en el camino nos hicieron pasar una luz roja y terminaron diciéndonos... " gracias por la jalada y por el par de chelas que tienen acá atrás, y recuerden chicos, a estas horas no hay ley que valga".
Así que como ven en el mundo policial hay de todo, policías corruptos, policías correctos y policías comprensivos y generosos, no por una mala experiencia generalicemos, y por supuesto no puedo terminar este relato sin poner ... a la policía se le respeta, así que, colabora ps causa, jajajajaja.

viernes, 18 de octubre de 2013

Destino España

Creo que si hace diez años me decían que estaría escribiendo estas lineas en territorio español, hubiera apostado todo lo que tenía a que no, talvez Alemania o Estados Unidos pero jamas pensé España, nunca se sabe por donde te llevará el destino, y ahora les contaré como es que he llegado a parar por estos lares.
Este relato lo escribo porque en esta semana mi padre habría cumplido años, y él junto con mi también fallecido amigo Darío son los artífices de que me encuentre hoy acá.
Yo decidí desde el colegio estudiar medicina, aunque un profesor, Everardo Rivera, se mofara de mi en una ocasión que nos preguntó que queríamos ser cuando saliéramos del colegio, aquello se lo conté a mi padre y el se sonrió y me dijo que habría gente en mi camino que no creería en mi capacidad pero que el siempre lo haría y que me apoyaría hasta verme hecho un profesional.
Cuando empecé la universidad tuve algunos tropiezos pero mis padres siempre estaban ahí en todo momento apoyándome, mi juventud hacía difícil que lleve una disciplina de acorde con la profesión elegida, había mucho que estudiar y poco tiempo libre para juergas y deportes.
Las dificultades aumentaron cuando abrieron la nueva sede de la facultad, mas moderna y por lo tanto mas dinero, las mensualidades subieron, además mi hermana había empezado a estudiar medicina, siguiendo mis pasos; mis padres siguieron apoyándonos, no se como hacían para pagar las mensualidades, pedían categorización y recategorización, hablaban con el decano para que nos bajen las cuotas mensuales, así a base del esfuerzo de mis padres y ya concientizado terminé la carrera que siempre quise, ya era médico, un profesional como lo había anhelado mi viejo, como no lo había creído Everardo.
A pesar de que ya eres un profesional independiente supuestamente, esta carrera es mas sacrificada de lo que se piensa y conseguir trabajo era muy difícil; mis padres siguieron apoyándome y pude poner un consultorio, que llevaba a la par con mi trabajo en una clínica, sin embargo mi situación laboral no era estable, y eso lo notaba mi padre.
Mi gran amigo Darío había venido a España siguiendo un sueño y a su gran amor, el era también amigo de mi padre y se comunicaban por teléfono continuamente. Un día mi papá me preguntó porque no hacía como Darío y emigraba con mi esposa a España, no me gustaba la idea pero tampoco me disgustaba. Mi papá me dijo que le permitiera homologar mi título de médico al de España, así podría ejercer la medicina en España y tendría una alternativa mas, no vi mala la idea, pero no me gustaba que siguiera invirtiendo en mi, era hora ya de devolverle todo lo que había hecho por mi.
Ya homologado el título, un día me dice mi papá que Darío me había inscrito para el examen MIR, que es el examen que se da en España para hacer la especialidad médica, que si quería contara con él para el viaje y probara suerte.
Lo conversé con mi esposa, y si bien es cierto la situación no nos iba del todo mal en Perú, necesitaba hacer algo mas en mi carrera, y eso lo entendió, lo cual le agradezco infinitamente.
Sinceramente vine con poca preparación al examen, me inscribí en una academia de poco nivel, sólo iba a las clases, trabajaba; y en casa no podía concentrarme en el estudio, me venía a la mente los recuerdos de Darío, mi amigo en esos meses había fallecido.
Tras el examen no tenía esperanza de quedarme en España, lo había dado pésimo, pero mi papá me decía que no me preocupara que seguro que con mi puntaje accedería a alguna especialidad. El ingresaba todo el tiempo a internet y veía estadísticas de exámenes pasados y que sitios y especialidades podría escoger con mi puntuación, que no estaba tan mal como pensaba, en todo momento estuvo seguro que escogería medicina de familia.
A pesar de mi poca preparación pude acceder a una plaza, y efectivamente de médico de familia, mi tío tuvo el detalle de ir al ministerio de sanidad a escogerla, su idea era Toledo, pero justo antes de que le tocara elegir se acabó y al final escogió Talavera de la Reina, una linda ciudad que me ha acogido y en donde vivo ya siete años.
Una mañana del 21 de Junio del 2007 partí de Lima rumbo a España, de camino pensaba todo lo que dejaba, familia, amigos, lloraba al saber que me perdería cosas lindas como el nacimiento de mi sobrino, sabía que podía pasar cosas malas como la muerte de algún amigo como Daniel, la de un familiar como mi tía Norma, jamas imaginé que mi padre estaría entre esos hechos trágicos, pero así es la vida no sabes cuando pasaran las cosas ni donde te encontrarás.
Mi padre falleció de fibrosis pulmonar, enfermó mientras yo estaba acá, lo internaron en UCI cuando yo estaba de guardia,
justo antes hablé por teléfono con él y me dijo lo orgulloso que estaba de mi, que había cumplido su promesa de darme una educación y una profesión, yo le agradecí todo lo que hizo por mi, si soy lo que soy es por él, si es que estoy aquí es por él.
Una cosa les digo, si aún tienen a ese ser querido, retribuyan todo lo que les dio, no solo cosas materiales, un abrazo y un beso son suficientes para ellos.

Foto : con mis padres en el aeropuerto de Lima momentos antes de partir a España.

viernes, 11 de octubre de 2013

Levantamiento de cadáver

Una de las cosas mas desagradables que puede haber en mi profesión es ver la muerte de cerca, como médico te enfrentas a ella día a día, ya sea atendiendo a pacientes en urgencias o cuando tienes que certificar una muerte.
Hace poco se acercó al centro de salud donde trabajo una ambulancia con un paciente que estaba siendo trasladado al hospital, este había sido atendido por otro médico, quien lo había visto en su domicilio y decidió su derivación, al margen de si estaba bien o mal la actuación de mi colega, su estado de salud era lamentable, tenia muchísimas enfermedades y de camino sufrió un paro cardíaco, por eso fue que se acercaron a mi centro de salud al estar mas cerca al hecho, a pesar de los antecedentes del paciente obviamente hay que hacer todo lo posible para que sobreviva, lo cual no pudo ser, la verdad es que no me gusta la muerte pero como me dijo su esposa, es mejor que descanse en paz porque aquí no la tenía, por el contrario sufría. En fin, después de un engorroso tramite con la guardia civil y de tener el cuerpo por cinco horas dentro del centro de salud, mi colega expidió el certificado de defunción.
Todo esto me hizo recordar mi época de SERUMs, pues ahí cuando había una muerte las causas sí que eran muy extrañas y las creencias aún mas. Les contaré un par de ellas.
Una madrugada tocaron la puerta del centro de salud, el cual aparte de ser mi lugar de trabajo era mi casa, eran algunos pobladores de un anexo de mi jurisdicción, me exigían que fuera a un levantamiento de cadáver, su familiar estaba en la "carretera" muerto, no podían moverlo del sitio hasta que vaya la autoridad competente, es decir yo, para certificar y hacer un acta de levantamiento de cadáver, no podía negarme tenía que ir por ley, tengo que aclarar que ante la ausencia de médico legista tenía que ir yo, por suerte no iba solo, me acompañaba mi amigo obstetriz Guillermo Nieves. Pues ahí estaba yo a las dos de la madrugada montado en una mula, subiendo cerros, con una temperatura increíblemente baja, maldiciendo a todo el mundo, encima la pobre mula se cansó de llevarme a cuestas y ya no quería avanzar, y tuve que seguir a pie, después de casi tres horas de camino llegamos al sitio, estaba el cadáver, un ataúd al lado, algunos curiosos y/o familiares y yo, bueno procedamos dije, empecé a tomar nota del lugar, que por cierto estaba muy oscuro y solo me alumbraba una linterna con las pilas bajas, había huellas de arrastre del muerto y poco mas podía ver, pues ahora vamos a un sitio con luz les dije, y me dijeron que no podíamos hasta que acudiera el teniente alcalde, el cual se encontraba en su camita abrigadito y durmiendo, después de 20 minutos y de haber entrado en calor con un par de cigarros de liar y aguardiente que amablemente me dieron los pobladores, llegó mi luego amigo el teniente alcalde, pudiendo por fin trasladar el cadáver a la escuela, que era el único sitio que tenía luz, lo llevaron a un aula y ahí lo tumbaron, empecé a escribir en el acta, mientras nos poníamos de acuerdo en la hora y lugar del suceso, la gente hizo entrar a un joven y le pidieron que levante al cadáver y lo vuelva a echar dos veces, así lo hizo y luego dijo ya ven yo no he sido, lo cual me dejó intrigado y perplejo, les increpé que no tocaran el cadáver hasta que yo termine mi labor, al final de la cual sólo tenía claro que había sido una muerte violenta, ¿asesinato o accidente?, no era yo quien tenía que determinar eso; el detalle en el examen fue que metí mis dedos en las heridas de la cabeza del muerto, sacando así los coágulos por lo que al mínimo movimiento sangraría; los pobladores me preguntaron si ya había terminado y al decirles que si, invitaron a otro joven a hacer la misma operación que el anterior, levantar dos veces al cadáver y volverlo a echar, esta vez, por lo que les he contado, las heridas sangraron, a lo cual los pobladores empezaron a echarle la culpa a este último, le increpaban y algunos le decían que no podían creer que lo hubiera hecho, la población estaba enardecida, y me exigían que apunte en el acta el suceso del sangrado cuando lo levantó el segundo joven, le pregunté a mi compañero obstetriz el porque de esa reacción, y me dijo que era creencia en ese poblado que si levantabas el cadáver y sangraba era que el alma se estaba manifestando y mostrando al culpable, traté de calmar a la gente explicando que había removido las heridas y por eso había sangrado, algunos se calmaron pero muchos se quedaron con la idea que el culpable de la muerte era aquel joven, talvez inocente. Luego me enteré que tuvo que irse del pueblo y mudarse muy lejos a la selva del Perú, y que no pudieron hallar culpable hasta la fecha que estuve por esos lares.
Dije que contaría dos historias, pero mejor me guardo la otra para otro día.
A veces la gente piensa que somos insensibles por estar tan cerca de la muerte pero no saben lo mucho que nos cuesta afrontarla.
Después del levantamiento de cadáver tuvimos que pernoctar en la casa del teniente alcalde (foto), luego un desayuno con café y cachanga. 

viernes, 4 de octubre de 2013

Mi primera videoconsola

Mi afición por los videojuegos se inicia de muy temprana edad, creo que lo primero mas parecido a ello era un juguete que caía de las piñatas, se trataba de una cajita en forma de pinball con unas bolitas adentro y con algo de habilidad ibas calculando para que encajaran en unas cubetas, la gracia estaba en encajar todas sin que se caiga ni una, luego en uno de mis cumpleaños el juguete se fue sofisticando y pasé a otra fase, esta vez era un juego en el que llenaba un recipiente rectangular con agua y había una pelota adentro que a base de aire propulsado por unos botones, había que hacer canasta en un tiempo determinado.
Todo lo anterior no era nada a lo que en los sucesivos años vendría, nadie podría imaginarse en aquella época lo tan real de los videojuegos que hay ahora, ni la afición que tendría para los niños y también para algunos adultos como yo por ejemplo.
En mi barrio el primero en tener los más novedosos juegos era Gustavo, mi vecino; por suerte el siempre nos invitaba a jugar a su casa. Primero fueron los juegos en su computadora, una tremenda maquinaria que hacía mas ruido que una lavadora, luego le compraron una Sinclair que usaba cassettes para poder leer los juegos, lo malo era que si la cinta se enredaba había que enrollarla como clásicamente lo hacíamos, con el lapicero, para nuevamente iniciar el proceso, además de ese gran inconveniente de este pequeño ordenador doméstico, es que era muy pequeño y se jugaba mas con el teclado por lo que no la usábamos muy a menudo, luego tuvo todas las videoconsolas que iban apareciendo en el mercado.
Posteriormente en el barrio aparecieron lugares en donde podías alquilar por horas una computadora y te ponían el juego que quisieras, recuerdo que utilizaba mis propinas para irme a una casa en la esquina de mi calle en un segundo piso, entrabas y habían seis computadoras con sus respectivos controles, parecían mandos de aviones, ahí te sentabas y te sentías como un piloto, te concentrabas tanto en el juego que cuando te dabas cuentas ya estaba tu primo silbando desde la calle para que vayas a tomar lonche.
Pero el recuerdo que tengo de mi primera videoconsola fue de lo mas emocionante, mi padre era visitador médico y los viernes siempre llegaba un poco mas tarde porque hacía un par de taxis para sacar un extra y comprar un pollo a la brasa, sea la hora que fuera nos levantábamos y comíamos en familia, aquél Viernes se hacía mas tarde de lo habitual y no llegaba, yo me quedé dormido, sin embargo a media noche un ruido me despertó, llamé a mi abuela y se acercó y le preguntó a mi mamá si me podía asomar a la habitación de donde provenía el ruido, yo estaba confuso, cuando entré la verdad es que no sabía que decir, desbordaba felicidad, esa videoconsola que sólo disfrutaba unos minutos en la casa de mi vecino, ahora yo también la tenía, mi papá me dijo que era el regalo para mi cumpleaños pero ya que la había visto pues que me pusiera a jugar, asi lo hice y a pesar de que se me caían los párpados del sueño, seguía con mi Atari, jugando al Pacman (comecocos) una y otra vez, hasta quedar exhausto y dormido.
Para ser sinceros el Atari fue usado por toda la familia, mi primo Lucho siempre quería usarlo y estaba enganchadísimo con el combat, mi abuelita había dejado las novelas por jugar al pacman, es mas, unos años mas tarde, cuando ya estaba malograda esta videoconsola, le regalamos otro Atari con el juego y le gustó mas que los pañuelos o rosarios que le habían regalado. Luego vienieron juegos mas complejos como Phoenix, Enduro, Space invader, Boxing, Futbol, Fishing, etc.
Como dije el Atari lo usó toda mi familia, desgastamos tanto los mandos que los cambiamos unas cuatro veces, y tuvimos por lo menos 20 juegos, los cuales algunos me los vendió de segunda Gustavo, a veces estaban tan usados que había que soplar por dentro para sacar el polvo y así lograr que funcionen; el segundo Atari, el de mi abuelita, traía 100 juegos incorporados, ya no hacían falta cartuchos.
Asi fue como empezó mi vida como aficionado a los videojuegos, que por lo que ven viene de familia, después he pasado por el PlayStation hasta llegar al actual y amado Xbox360, pero como mi Atari jamas habrá, sino preguntenle a mi abuela.

viernes, 27 de septiembre de 2013

Los Halcones

Los que son de mi barrio saben que historia voy a contar.
No se trata de una historia de delincuentes, ni de un grupo de chicha, se trata de cuando era niño y formé parte de un equipo de fulbito.
A principios de los años 80's algunos de nosotros iniciábamos nuestra experiencia en el mundo del deporte de barrio, estando en Lima obviamente era el fulbito.
No niego que era ilusión de mi padre verme jugar desde pequeño en un equipo, recuerdo que me compró zapatillas y el uniforme de la "U", mas yo, sinceramente era un negado con el balón, pero me gustaba y a pesar de mis carencias futbolísticas, salía a jugar.
En el barrio teníamos un amigo unos 3 años mayor que nosotros, el cual era el mas entusiasta en cuanto a organizar pichangas (pachangas en España), Gustavo se llama, él siempre quedaba con nosotros a horas cuando el sol aun no había salido para jugar fulbito, y pobre si no salías, luego te podría caer una patada "sin querer" la próxima vez que jugáramos.
Gustavo si bien era el que nos sacaba a jugar, jamas apostaría por nosotros para inscribirnos en un campeonato, ya que nos usaba para su distracción, porque los de su edad lo usaban de arquero y con nosotros podía lucirse, a veces nos enseñaba algunas cosas pero de ahí a un a un campeonato pues no.
Carlos, si, mi gran amigo, tiene dos hermanos mayores, que ya eran jóvenes y estaban dispuestos a ayudarnos, pidiendo permiso a nuestros padres y encargándose de toda la organización del nuevo club; eran muy malos jugando al fútbol, pero querían ser nuestros entrenadores, y junto con "loquillo" otro amigo de barrio, también de mas o menos su edad,  que era portero y que si tenía nociones de fútbol, había estado en clubs y entendía del tema de como entrenarnos, serían nuestros guías.
Empezó el entrenamiento, recuerdo corriendo por el barrio, dando vueltas por las manzanas, y a veces cuando loquillo nos hacía corear una arenga militar subida de tono, Antonio lo corregía y nos decía que no repitiéramos esas malas palabras.
Recuerdo también que nos pusieron una pizarra con un periódico pegado en ella en donde habían dibujos de un campo de fútbol y nos explicaron las reglas del juego, por lo cual tuvieron una discusión nuestros entrenadores, loquillo le increpaba que no tenía ni idea de lo que estaba hablando, y Antonio le decía que el sólo estaba hablando lo que decía en el periódico ese, un desastre.
Se acercaba nuestro primer campeonato, y la primera sorpresa fue que vino mi primo de visita a mi casa, y justo había entrenamiento. Mi primo Ivan era portero y le dije que viniera conmigo a entrenar, el ya había estado en varios campeonatos e incluso tapaba en un equipo de fútbol, tenía muy buenas cualidades como portero, y cuando lo llevé, loquillo, también portero, se quedó encantado y lo invitó a formar parte del equipo, lo cual a Antonio no le gustó mucho, la razón, pues que su hermano Carlos era el portero y capitán del equipo hasta entonces.
La segunda sorpresa llegó cuando en uno de nuestros encuentros de preparación, nos faltaba gente para completar el equipo, y había un chico sentado en una piedra, mirándonos como entrenábamos y jugábamos, los entrenadores le dijeron que si quería jugar, el dijo que si, pues entonces ponte tus zapatillas y juega le replicaron, y el dijo así nomas juego, y efectivamente así jugó y deslumbró. Era el mas pequeño de todos nosotros, y el mas delgado, venía descalzo a jugar, no porque quisiera sino, luego nos confesó, porque no tenía para un par de zapatillas, y era el mas noble y habilidoso de todos los que jugábamos, le pusimos de apodo muy cariñosamente "feto", luego cambió de dueño ese apodo.
No se quien y porque eligieron ese nombre pero "Los Halcones" estaban ya listos para salir a la cancha, Carlos, Ivan, Henry, Abel, Huayo, Yan, Alfredo, Gustavo O., "feto", Daniel "churras", Ray
Tras la donación de polos y la bendición de nuestros padres, nos dispusimos a jugar, Ivan no tuvo cabida en el equipo, fue suplente, aun no me lo explico, ah si, Carlos era hermano de Antonio, a feto se le pudo regalar unas zapatillas, y tras un desastroso campeonato, en donde cada vez que regresábamos a nuestro barrio el papá de Huayo nos preguntaba por cuanto habíamos perdido.
Sólo hubo una vez que pudimos..., ganar no, hacer un gol, fue cuando...
Me tengo que remontar a dias antes en los que estuvimos entrenando y Antonio empezó a practicar penales, pero loquillo le dijo que eran tonterías que un penal jamas nos cobrarían y si lo hacían que lo tirara el mas grande que patea mas fuerte. Pues llegó ese día, si, nos cobraron un penal a favor, el mas alto y que pateaba mas fuerte era mi gran amigo Abel, y si le pegó muy fuerte, tan fuerte que ni la vió el arquero porque, aca voy a ser muy sincero, la pelota fue tan desviada que se fue al limite del corner y el lateral, y así se esfumó la única oportunidad de que los halcones marcaran y gritaran goooollll!!!!!
Eramos niños, éramos felices, nos importaba lo justo si ganábamos o perdíamos, nos importaba mas la Inka Kola después del partido.
Han pasado mas de 20 años y cada vez que hablamos de fulbito en el barrio hablamos de los halcones, del feto, de loquillo, de como tapó picón en vez del ratón, y como no del penal errado de Abel.



viernes, 20 de septiembre de 2013

Una pelea, un amigo

Creo que muchos de nosotros hemos tenido peleas en la vida, y me refiero a peleas físicas, de puñetes y patadas, no a las verbales, siempre la estupidez se nos puede cruzar por la cabeza y nuestro instinto cavernícola aflorar y dar rienda suelta a nuestros impulsos.
De pequeño siempre escuchaba las historias de mis tíos, como mi abuelo los hacía pelearse para que aprendan a defenderse en la vida, recuerdo mucho una historia que contaba mi abuela, cuando uno de mis tíos llegó llorando y mi abuelo fue a buscar al agresor para pedirle revancha y así fue, mi tío volvió a pelearse y se llevó de premio una moneda, era la forma que mi abuelo usaba para hacerlos fuertes ante las vicisitudes de la vida, una forma extraña y cuanto menos arcaica, pero su manera. También otra historia que recuerdo era cuando uno de mis tíos le pasó la voz a mi padre tocándole el hombro y al voltear le propinó un cabezazo, sólo por cortejar a su hermana, mi madre, rompiéndole la nariz, curiosamente luego fue uno de sus cuñados mas queridos.
En mi barrio mi primo Lucho tenía fama de "bronquero" es decir que sabía pelearse y le tenían respeto por ello, no es que el buscara pelea sino que le gustaba mucho las chicas y a veces esas chicas tenían enamorados o hermanos celosos, por lo menos eso es lo que el me contaba, siempre contaban historias de sus peleas y como las ganaba, siempre con gran pulcritud, no le gustaba que le ensucien ni los zapatos, creo que gracias a él, y a mi ser de no meterme con la gente, en mi barrio nadie se metía conmigo.
Al igual que en mi barrio en el colegio yo era un chico de perfil bajo ni de los que se dejaban pegar ni de los que pegaban a todo el mundo, es decir no me metía con nadie y nadie se metía conmigo, hasta segundo de secundaria, que fue cuando tuve mi primera pelea.
En mi barrio tenía un apodo, que sinceramente nunca me ha gustado, y aún me lo dicen, pero que siempre lo he sabido llevar, sin embargo en el colegio nadie lo sabía, y tampoco quería que lo supiera. Pero en segundo año entró al colegio a primer año un chico del barrio, Carlos, y cuando me veía me saludaba por mi apodo, yo no le respondía y el me miraba raro como preguntándose porque no me responde, hasta que mis amigos de aula se dieron cuenta.
Carlitos no gozaba de la simpatía de los de mi aula, era un poco chulito, creido, y tenía una actitud soberbia, ademas de que tenía atractivo con algunas chicas y eso no simpatizaba a mucha gente, por lo que la "falta de respeto" hacia mi era una excusa perfecta para una pelea en la cual no sólo yo sería el rival sino una veintena de "amigos".
Recuerdo aquel patio de recreo, cuando me acerqué a Carlos y le dije para pelearnos a la hora de salida, el estaba desconcertado y me dijo que por que? y yo no sabía que hacer sinceramente, a mis espaldas mucha gente diciéndome que decir y que hacer, el estaba sentado con las piernas abiertas y voces por atras decian "wuuuuuu mira como está sentado todo bacán retándote, jálale las piernas", y así lo hice, y quedamos para pelearnos a la salida de clases.
Yo no quería que acabara las clases, jamas me había peleado, había estado en Karate y llegado hasta cinturón marrón pero creo que eso no me había preparado para estas situaciones.
Llegó la hora, estábamos los dos bandos, Carlos se me acercó y me dijo "Edwin somos amigos del barrio, disculpame y dejemos todo aquí" una actitud madura o de miedo?, debí de darle la mano y dejarlo todo ahí, pero llegaron mis "amigos" me jalaron a un lado y me dijeron que ya lo tenía con miedo, acojonado dirían en España, pero al que le temblaban las piernas era a mi.
Hicieron un circulo, ahí estábamos dos niños de 12 y 13 años dispuestos a pelearnos por la presión infantil del grupo, y empezamos a mirarnos, ninguno se atrevía a dar golpes, Carlos me dio dos o tres patadas y un puñetazo yo con las justas le pude patear por debajo de las rodillas, en una de las patadas me caí a lo que los de mi grupo entraron y lo agarraron a Carlos a patadas, creo que el que terminó mas golpeado fue él, pero no por mi.
Después del vergonzoso espectáculo, me fui a casa, en la esquina me esperaba Carlos, lloroso me dio la mano y me pidió disculpas, obviamente las acepté, me sentía estúpido. Llegué a casa con evidentes signos de pelea, mi madre no sabía que hacer, mi papá tuvo una charla conmigo, mi primo Lucho que se encontraba de viaje me llamó, me dijo que cuando fuera a visitarme les pegaría a sus hermanos, mi abuelo preocupado, pero no fue a buscar a Carlos para la revancha, en fin.
Después de aquello, practiqué para que no me sorprenda otra pelea, evité algunas con la palabra y las que no pude, por suerte las gané.
Con respecto a Carlos Landeo, es uno sino el mejor de mis amigos actualmente.

jueves, 12 de septiembre de 2013

Soy hincha

A propósito de una nueva eliminación de Perú a otro mundial de fútbol, me lleno de frustración y tristeza, y alguno pregunta el porqué sufro por un deporte o un equipo que no logra victorias desde hace mucho, y es porque soy hincha.
No se a que se deba esta pasión o sentimiento, la Real Academia de la Lengua Española define al hincha como partidario entusiasta de un equipo deportivo, pero yo creo que no es sólo entusiasmo, es mas que eso.
Recuerdo vagamente cuando anunciaban por la televisión a naranjito, la mascota del último mundial al que ha ido mi selección peruana, España '82, y recuerdo muy bien como nos reuníamos la familia para ver los partidos de Perú, todos en el salón de la casa alrededor del televisor, los adultos compartiendo una cerveza y picando un ceviche, los niños jugábamos y cantábamos el Perú campeón.
Desde cuando soy hincha del fútbol?, pues desde que tengo uso de razón, es una de las preguntas que te suelen hacer de niño : ¿de que equipo eres hincha?, mi equipo siempre ha sido la "U", Universitario de Deportes, mi padre fue el responsable de ello. De pequeño nos íbamos al estadio a ver a la U, siempre a tribuna Oriente, vivíamos los encuentros con gran pasión, recuerdo los tripletes que habían en los estadios, donde se jugaban tres partidos en una misma tarde, siempre el partido de fondo, el mas importante, era el del club de mis amores.
En Oriente convivían hinchas de Universitario y del sporting cristal, que eran y siguen siendo muy poquitos, pero en aquella época no había muchas discusiones ni peleas como luego las hubo.
Un partido que recuerdo mucho fue contra Melgar de Arequipa, sacaron al "trucha" Rojas ante el enojo del veterano capitán, y metieron a un desconocido joven Pedraglio, ya estaba finalizando el partido y teníamos la costumbre de ver los últimos minutos en el túnel de salida, de pronto gol del juvenil, ya no recuerdo si nos jugábamos el campeonato o el pase a otra fase de la liguilla, pero fue un gol importante, que gran momento, mi viejo abrazandome y gritando gol! junto conmigo.
Otros partidos importantes de mi niñez fueron los de la copa Libertadores sobretodo los que jugamos contra equipos argentinos, mi viejo les tenía una bronca y yo admiración, luego me hice hincha también de Boca Juniors, aunque ahora último no sigo mucho sus resultados.
En los partidos de eliminatoria recuerdo que el laboratorio donde trabajaba mi padre les regalaba entradas a occidente a algunos de sus trabajadores, entre ellos mi viejo, y alguna vez también pasó con un carnet de prensa, no me pregunten cómo, pero era periodista de radio Ovación.
Un partido curioso fue Universitario vs Union Huayllaspanca de Huancayo, vaya nombre, ganamos, fuimos los primos a aquel partido, Ivan, Lucho, Fito y yo.
Ir al estadio cada vez se hacía mas peligroso, el terrorismo, la delincuencia iba creciendo y ya no íbamos, ya empezaron a televisar los partidos y los veíamos desde casa.
Hasta que me hice joven y empecé a ir a la tribuna popular Norte, allí se ponía la barra de mi equipo, a menudo iba sólo, no me gustaba ser de los que quieren protagonismo, a veces iba con algunos amigos, y otras veces me iba con la barra, me sabía todos los cánticos y regresaba afónico del estadio de tanto alentar y gritar.
Esto de ir con la barra pues es algo un poco escabroso de contar, porque ir al estadio en Perú no es como en España que vas con la camiseta de tu equipo y no pasa nada, en Perú es difícil pasar por algunos sitios con ciertas camisetas, yo siempre tenía una camiseta guinda con la que iba, lamentablemente no podía ir con la de la "U" porque de mi casa al estadio tenía que pasar por barrios del equipo rival, y para ser sinceros no quería "provocar". En los clásicos o en la copa libertadores empecé a ir con la barra, entradas mas baratas e ibas acompañado, lo malo era que algunos confundían ser hincha con lo matonesco, y eso, a veces se contagia, es tanta la euforia que tienes en ese recorrido desde que te reúnes hasta el estadio que cuando te encuentras con hinchas de otro equipo y empiezan a provocarte y quieren enfrentarte, tu tontamente descargas esa euforia, de lo cual no me siento nada orgulloso. Una vez caminaba con mis amigos rumbo al estadio, ya estábamos a pocas calles de llegar, de pronto apareció el antidisturbios (rochabus), no sabía que pasaba y echamos a correr, me metí a un portal, se bajó el conductor y me sacó a patadas, me metió en el rochabus, ahí estábamos los tres, el conductor al volante, en medio yo y a mi diestra otro policía  quien me tiró una coca cola encima y me robó mi camiseta guinda, luego me dejó en un portatropas, ahi fueron llegando mis otros amigos que también los habían detenido, no habíamos hecho nada, sólo habíamos estado en el sitio y momento no adecuado; para ser sincero la pasé bien en el portatropas, la policía se portó bien, estuvimos bromeando con mis amigos, aparte de ellos subieron a un chico de unos 14 años que pillaron robando y estaba llorando y diciendo a cada rato "yo no he shido, yo no he shido", mas de un lapo se llevó por ratero y mentiroso, desde adentro también provocábamos a los del otro equipo con polos de la "U" o banderolas, hasta que la policía amenazó con bajarnos en plena explanada del equipo rival, por suerte nos dejaron bajar antes de empezar el partido enseñando nuestra entrada.
La delincuencia en el estadio fue en aumento y empezaron incluso a robar entre los propios hinchas del mismo equipo, fue ahí cuando di un paso al costado y dejé de ir al estadio.
Me hice socio de la "U" junto con mi viejo, participábamos en los campeonatos, teníamos contacto directo con los jugadores, y votábamos en las elecciones de las juntas directivas, lamentablemente nunca salía la que apoyábamos.
Entonces ser hincha es pelearte contra todos tus rivales? pues no, felizmente fue solo una etapa que viví, ahora me encantaría volver al estadio a gritar y alentar a la "U", esos enfrentamientos espero jamas volver a vivirlos.
Soy hincha de la "U" desde chiquitito como dice alguno de los cánticos, de Boca y Barcelona desde mi juventud, y simpatizo con el Bayern y Milan, el resto me da igual.
Soy hincha y estaré apoyando a mi equipo y selección en las buenas y en las malas, no importa si va primero o último en la tabla, porque ser hincha no es sólo entusiasmo, es pasión y sentimiento.