viernes, 18 de octubre de 2013

Destino España

Creo que si hace diez años me decían que estaría escribiendo estas lineas en territorio español, hubiera apostado todo lo que tenía a que no, talvez Alemania o Estados Unidos pero jamas pensé España, nunca se sabe por donde te llevará el destino, y ahora les contaré como es que he llegado a parar por estos lares.
Este relato lo escribo porque en esta semana mi padre habría cumplido años, y él junto con mi también fallecido amigo Darío son los artífices de que me encuentre hoy acá.
Yo decidí desde el colegio estudiar medicina, aunque un profesor, Everardo Rivera, se mofara de mi en una ocasión que nos preguntó que queríamos ser cuando saliéramos del colegio, aquello se lo conté a mi padre y el se sonrió y me dijo que habría gente en mi camino que no creería en mi capacidad pero que el siempre lo haría y que me apoyaría hasta verme hecho un profesional.
Cuando empecé la universidad tuve algunos tropiezos pero mis padres siempre estaban ahí en todo momento apoyándome, mi juventud hacía difícil que lleve una disciplina de acorde con la profesión elegida, había mucho que estudiar y poco tiempo libre para juergas y deportes.
Las dificultades aumentaron cuando abrieron la nueva sede de la facultad, mas moderna y por lo tanto mas dinero, las mensualidades subieron, además mi hermana había empezado a estudiar medicina, siguiendo mis pasos; mis padres siguieron apoyándonos, no se como hacían para pagar las mensualidades, pedían categorización y recategorización, hablaban con el decano para que nos bajen las cuotas mensuales, así a base del esfuerzo de mis padres y ya concientizado terminé la carrera que siempre quise, ya era médico, un profesional como lo había anhelado mi viejo, como no lo había creído Everardo.
A pesar de que ya eres un profesional independiente supuestamente, esta carrera es mas sacrificada de lo que se piensa y conseguir trabajo era muy difícil; mis padres siguieron apoyándome y pude poner un consultorio, que llevaba a la par con mi trabajo en una clínica, sin embargo mi situación laboral no era estable, y eso lo notaba mi padre.
Mi gran amigo Darío había venido a España siguiendo un sueño y a su gran amor, el era también amigo de mi padre y se comunicaban por teléfono continuamente. Un día mi papá me preguntó porque no hacía como Darío y emigraba con mi esposa a España, no me gustaba la idea pero tampoco me disgustaba. Mi papá me dijo que le permitiera homologar mi título de médico al de España, así podría ejercer la medicina en España y tendría una alternativa mas, no vi mala la idea, pero no me gustaba que siguiera invirtiendo en mi, era hora ya de devolverle todo lo que había hecho por mi.
Ya homologado el título, un día me dice mi papá que Darío me había inscrito para el examen MIR, que es el examen que se da en España para hacer la especialidad médica, que si quería contara con él para el viaje y probara suerte.
Lo conversé con mi esposa, y si bien es cierto la situación no nos iba del todo mal en Perú, necesitaba hacer algo mas en mi carrera, y eso lo entendió, lo cual le agradezco infinitamente.
Sinceramente vine con poca preparación al examen, me inscribí en una academia de poco nivel, sólo iba a las clases, trabajaba; y en casa no podía concentrarme en el estudio, me venía a la mente los recuerdos de Darío, mi amigo en esos meses había fallecido.
Tras el examen no tenía esperanza de quedarme en España, lo había dado pésimo, pero mi papá me decía que no me preocupara que seguro que con mi puntaje accedería a alguna especialidad. El ingresaba todo el tiempo a internet y veía estadísticas de exámenes pasados y que sitios y especialidades podría escoger con mi puntuación, que no estaba tan mal como pensaba, en todo momento estuvo seguro que escogería medicina de familia.
A pesar de mi poca preparación pude acceder a una plaza, y efectivamente de médico de familia, mi tío tuvo el detalle de ir al ministerio de sanidad a escogerla, su idea era Toledo, pero justo antes de que le tocara elegir se acabó y al final escogió Talavera de la Reina, una linda ciudad que me ha acogido y en donde vivo ya siete años.
Una mañana del 21 de Junio del 2007 partí de Lima rumbo a España, de camino pensaba todo lo que dejaba, familia, amigos, lloraba al saber que me perdería cosas lindas como el nacimiento de mi sobrino, sabía que podía pasar cosas malas como la muerte de algún amigo como Daniel, la de un familiar como mi tía Norma, jamas imaginé que mi padre estaría entre esos hechos trágicos, pero así es la vida no sabes cuando pasaran las cosas ni donde te encontrarás.
Mi padre falleció de fibrosis pulmonar, enfermó mientras yo estaba acá, lo internaron en UCI cuando yo estaba de guardia,
justo antes hablé por teléfono con él y me dijo lo orgulloso que estaba de mi, que había cumplido su promesa de darme una educación y una profesión, yo le agradecí todo lo que hizo por mi, si soy lo que soy es por él, si es que estoy aquí es por él.
Una cosa les digo, si aún tienen a ese ser querido, retribuyan todo lo que les dio, no solo cosas materiales, un abrazo y un beso son suficientes para ellos.

Foto : con mis padres en el aeropuerto de Lima momentos antes de partir a España.

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